La rutina de belleza requiere de nuestro tiempo y constancia. Es cierto que todos los días tenemos diferentes estados de ánimo que nos pueden llevar a relajarnos y, quizá, olvidarnos de limpiar nuestro rostro. Pero cuando aprendemos que la piel necesita atención y cuidado, luchamos por ayudarla a estar sana y luminosa.
Pero cuando aprendemos que la piel necesita atención y cuidado, luchamos por ayudarla a estar sana y luminosa
Estemos tranquilos y felices porque tenemos el privilegio de cuidar nuestra piel. Es por ello que investigamos sobre diferentes métodos y descubrimos que la naturaleza presenta variedades de productos que curan y reparan la piel, aún cuando esta en cambios. Fácil y rápida: piel limpia y relajada.
Lo primero y esencial es la limpieza. Se puede realizar con un desmaquillador, tonificador e hidratante. Si queremos una piel delicada y suave, todos los días necesitamos trabajarla. Es importante saber que, según los expertos, la limpieza quita todos los residuos que se acumulan en la piel y la prepara para obtener beneficios cuando la limpiamos diariamente. ¡Los poros nos lo agradecerán! Si tu piel es muy sensible, hay aguas micelares que reparan y suavizan.
¿Limpieza de día o de noche? ¡Mejor de noche! porque es el momento en que el cuerpo pasa por proceso de reparación de la piel. Y algo que también nos recomendaron los expertos es ¡cuidado! con el exceso de exfoliación: una o dos veces por semana es recomendable aplicarse el exfoliante, porque sino puede dañar la piel y no permitir que la misma basura se concentre para luego quitarla.
Recuerda consultar a tu Dermatólogo: ¿Cuál es el mejor producto para tu rostro?